El Centro Histórico
El Centro Histórico es lo mejor de la ciudad pese a la mala conservación de su patrimonio y el abandono al que se ve sometido. Sus edificios fueron testigos de tiempos mejores y aún hoy tras esa imagen decadente muestran orgullosos sus bellezas pasadas.
Existen iniciativas para recuperar esta parte de la ciudad. La antigua casa de estilo colonial de los Castillo, una de las familias más influyentes del país, es un ejemplo de ello. Se ha convertido en casa-museo con servicio de restaurante. Comer aquí resulta algo caro pero merece la pena.
En el centro hay varios bares interesantes de los que destacan Las Cien Puertas, EL Portal, El Granada y La Bodeguita del Centro, entre otros. En el Paraninfo Universitario se puede asistir a representaciones teatrales y el Parque Central es uno de los puntos más animados de la ciudad, sobre todo los domingos.
Paseando por el centro te sorprenderás a cada rato. No es extraño ver a un cabrero ofreciendo leche recién ordeñada en plena calle o a vendedores de piña y de remedios naturales como serpientes de cascabel o caparazones de armadillo.
Los guatemaltecos de “pisto” (dinero) prefieren las exclusivas zonas 14 y 10 para disfrutar su tiempo libre. Lugares sin ningún tipo de encanto al más puro estilo “gringo”. Algún día se darán cuenta de las maravillas de su ciudad. Esperemos que no sea demasiado tarde.