Barbarie Colectiva
GUATEMALA CITY.- El pasado martes 18 de abril lincharon a un hombre y a una mujer en Sumpango, un pueblo cercano a la capital. Una multitud tomó la comisaría de policía de la localidad y sacó a la pareja acusada de robar niños.
Una vez fuera, la turba enardecida vapuleó a los presuntos criminales y posteriormente los roció de gasolina y prendió fuego. Las imágenes de la barbarie cometida muestran a la gente presente en la quema de los cuerpos riéndose mientras se comete el asesinato.
No es la primera vez que se comete un linchamiento, en los últimos diez años se han registrado más de 600. Turistas extranjeros también han sido víctimas. El último fue un japonés que estaba fotografiando a un niño en una aldea del interior del país.
El último viernes antes de Viernes Santo se celebra en la capital la conocida como “Huelga de Dolores”, organizada por los estudiantes de la Universidad de San Carlos desde hace 108 años. Consiste en un desfile carnavalesco donde los universitarios parodian a los políticos, protestan contra el TLC, lanzan consignas antiimperialistas y claman justicia.
En el último desfile “solidario y reivindicativo” se produjo algo que puede ayudar a entender lo sucedido en Sumpango. Un grupo de estudiantes sorprendió a un joven ladronzuelo –de unos 13 años- comentiendo un hurto. Los jóvenes, aspirantes a abogados, agarraron al pequeño y le dieron una paliza brutal.
Una vez fuera, la turba enardecida vapuleó a los presuntos criminales y posteriormente los roció de gasolina y prendió fuego. Las imágenes de la barbarie cometida muestran a la gente presente en la quema de los cuerpos riéndose mientras se comete el asesinato.
No es la primera vez que se comete un linchamiento, en los últimos diez años se han registrado más de 600. Turistas extranjeros también han sido víctimas. El último fue un japonés que estaba fotografiando a un niño en una aldea del interior del país.
El último viernes antes de Viernes Santo se celebra en la capital la conocida como “Huelga de Dolores”, organizada por los estudiantes de la Universidad de San Carlos desde hace 108 años. Consiste en un desfile carnavalesco donde los universitarios parodian a los políticos, protestan contra el TLC, lanzan consignas antiimperialistas y claman justicia.
En el último desfile “solidario y reivindicativo” se produjo algo que puede ayudar a entender lo sucedido en Sumpango. Un grupo de estudiantes sorprendió a un joven ladronzuelo –de unos 13 años- comentiendo un hurto. Los jóvenes, aspirantes a abogados, agarraron al pequeño y le dieron una paliza brutal.
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