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Lugar: Guatemala, Guatemala City

Este blog nace de una amistad que se forjó a finales de los noventa en algún antro de Salamanca. Sus autores consideran que el periodismo sigue siendo el oficio más bonito del mundo. Lourenço ha llevado esa máxima desde Asturias hasta Guatemala y Canal la practica desde Madrid. Los dos juntos te ofrecen, querido lector, otra ventana al mundo. Que la disfrutes...

lunes, marzo 13, 2006

Hambrientos y desamparados


GUATEMALA CITY.- Yemen, Bangladesh y Guatemala ocupan los tres primeros puestos en una penosa clasificación, en la de mayor índice de malnutrición crónica infantil. En concreto en el país centroamericano la mitad de los niños guatemaltecos menores de cinco años padecen raquitismo.

Como siempre la población más afectada es la india (63% del total). De esta manera el 70% de los niños indios padecen malnutrición.

Se podría pensar que Guatemala es un país pobre, pero nada más alejado de la realidad. Sus fértiles tierras podrían alimentar a toda la población sin ningún problema. En el país la agricultura es la principal actividad. Aquí se cultiva café, banano, cardamomo, piña, caña de azúcar, cacao, maíz… El problema radica en la distribución de la riqueza ya que es uno de los países del mundo con mayor desigualdad. El 5,6 % de las familias más ricas controlan el 50% de los ingresos totales. La tierra también se concentra en pocas manos, ya que el 2% de la población es propietaria del 75% de las tierras agrícolas.

Y es que hay que volver a señalar que más de la mitad de los guatemaltecos viven en la pobreza. Los más afectados son indios, campesinos o jornaleros de las zonas rurales. La crisis del café, por la bajada de precios, vino a agravar la situación. Numerosos terratenientes suspendieron los pagos a sus trabajadores. A las protestas de estos se respondió mediante la fuerza y el desalojo de sus viviendas.

En la capital el panorama no es mucho mejor, los índices de desempleo son enormes y las condiciones de vida de mucha gente son precarias. Pero eso sí, aproximadamente un 5% de la población tiene un ritmo de vida equiparable al de las más cotizadas estrellas de Hollywood.