Mal comienzo

GUATEMALA CITY.- Las cifras son aterradoras. Durante el primer mes del año se han producido 550 muertes violentas en el país. El año pasado ningún mes registró tantos asesinatos.

“El ejercicio de la violencia en las últimas décadas ha generado en los guatemaltecos, niños y adultos, un fenómeno que se llama desensibilidad defensiva”, indica el director de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental. “El acostumbramiento que se va produciendo frente al hecho de la violencia va generando una percepción de que es algo normal, natural y que hay que convivir con él”.

Para comprobarlo no hay más que observar la escena del crimen. Detrás de la cinta que delimita el perímetro para preservar las evidencias se agolpa la multitud ávida de sucesos. La mayoría de las veces se percibe un clima relajado, casi festivo del que los niños también forman parte.

El día 11 de febrero se registraron doce muertes violentas sólo en la capital. Siete de las víctimas eran supuestos mareros. En los últimos días esto se está convirtiendo en algo habitual. Todo apunta a una “limpieza social” llevada a cabo por la misma sociedad civil y por las fuerzas de “orden público”. Pero está claro que esta no es la solución porque “la violencia genera violencia”.
La única esperanza son las nuevas generaciones. Guatemala es un país donde más del 50% de su población es menor de edad. Se necesita más inversión en educación y programas sociales orientados a los más jóvenes. Pero claro ellos no votan y por lo tanto ¿a qué político le va interesar?