Actuación policial
GUATEMALA CITY.- La PNC (Policía Nacional Civil) capturó la mañana del miércoles a una supuesta banda de sicarios vinculada con el narcotráfico. En total se trata de diez individuos de entre 17 y 40 años que operaban en el oriente del país. Cuando fueron detenidos viajaban en dos potentes todoterrenos y transportaban una gran cantidad de armas y tres kilos de cocaína.
Como viene siendo habitual la presentación de los presos ante los medios de comunicación se convirtió en un auténtico circo. A las ocho de la mañana llegaron a las dependencias policiales escoltados por un gran número de agentes. Allí aguardaba ansiosa la prensa. Los presuntos delincuentes fueron obligados a “posar” ante las cámaras durante unos veinte minutos. Incluso un policía le agarró la cabeza a uno de los sicarios para que la levantara ante las cámaras.
Las apariencias engañan y sinceramente que en esta ocasión lo hicieron de verdad. Nadie parecía un asesino a sueldo y al parecer era una banda muy sanguinaria. Tenían fusiles AK 47, un lanzagranadas, cinco pistolas, un rifle con mira telescópica y dos M-16.
Se sospecha que tienen vínculos con el asesor de un diputado que está implicado en el narcotráfico pero todavía no se ha hecho oficial la acusación.
Quiero llamar la atención otra vez sobre el trato dado a los acusados, que son declarados culpables antes del juicio. Viendo como eran tratados ante los medios de comunicación no quiero ni imaginarme lo que sucederá lejos de las cámaras. Parecían animales expuestos en una feria de ganado. Unos miraban desafiantes, otros mantenían la vista baja y la mayoría se mostraba nerviosos y asustados.
Como viene siendo habitual la presentación de los presos ante los medios de comunicación se convirtió en un auténtico circo. A las ocho de la mañana llegaron a las dependencias policiales escoltados por un gran número de agentes. Allí aguardaba ansiosa la prensa. Los presuntos delincuentes fueron obligados a “posar” ante las cámaras durante unos veinte minutos. Incluso un policía le agarró la cabeza a uno de los sicarios para que la levantara ante las cámaras.
Las apariencias engañan y sinceramente que en esta ocasión lo hicieron de verdad. Nadie parecía un asesino a sueldo y al parecer era una banda muy sanguinaria. Tenían fusiles AK 47, un lanzagranadas, cinco pistolas, un rifle con mira telescópica y dos M-16.
Se sospecha que tienen vínculos con el asesor de un diputado que está implicado en el narcotráfico pero todavía no se ha hecho oficial la acusación.
Quiero llamar la atención otra vez sobre el trato dado a los acusados, que son declarados culpables antes del juicio. Viendo como eran tratados ante los medios de comunicación no quiero ni imaginarme lo que sucederá lejos de las cámaras. Parecían animales expuestos en una feria de ganado. Unos miraban desafiantes, otros mantenían la vista baja y la mayoría se mostraba nerviosos y asustados.
<< Home