Viaje a la Laguna de Güija

GÜIJA.- (Foto de René Ruano)

A las siete de la tarde del viernes partimos rumbo a Güija en un flamante pick up 4 x 4, imprescindible para moverte por el país. Nada más salir de la capital a uno de los componentes del equipo le entró sed y nos detuvimos a comprar algo de güisqui. Ahora sí estábamos listos para comenzar el periplo. Rancheras a todo volumen y brindis por amores pasados hicieron corto el camino hasta Jutiapa, donde paramos a dormir. Esta localidad dista unos 150 Km de Guatemala capital y es la cabecera de uno de los 23 departamentos en los que se divide el país. Está en la carretera hacia El Salvador, en la ruta del Pacífico.

A la mañana siguiente nos levantamos al alba para poder llegar temprano a nuestro destino final y ser testigos de la descarga de pescado que se realiza a primera hora. Güija es un lago que sirve de frontera natural entre Guatemala y El Salvador. En sus aguas pescan salvadoreños y guatemaltecos en pequeñas lanchas de poca cilindrada y subsisten gracias a la venta de sus capturas. Muchos viven en modestas chabolas alrededor de ambas orillas. El pez más codiciado es la mojarra pero también se encuentran tilapias, guapotes y pepescas. El pescado es transportado hasta la ribera guatemalteca donde compradores locales lo adquieren para luego revenderlo en las localidades próximas.

Cuenta la leyenda que el lago se formó cuando la Diosa Chalchihuitlicue corría por estos campos cargada con una canasta llena de huevos. Uno de los huevos se cayó y formó el lago. En el lado salvadoreño se encuentran las ruinas mayas de Azacualpa, muy poco conocidas y lejos de las rutas más turísticas. Otra de las leyendas asegura que las misteriosas aguas ocultan una antigua ciudad maya y los pescadores locales afirman que en los días de calma, cuando las aguas están transparentes, se pueden ver “caprichosas formas”.

En el momento del viaje la laguna vivía todavía las consecuencias del huracán Stan que asoló ambos países por lo que no pudimos comprobar si lo que contaba la gente era cierto o no.
Cerca de la ensenada que hace las veces de puerto encontramos un centro turístico muy popular entre la gente del país. El complejo cuenta con varias piscinas y un gran merendero donde poder degustar los manjares que nos ofrece este bello paraje. De momento sólo dispone de tres habitaciones dobles pero hay un proyecto para hacer un pequeño hotel.

También existe la posibilidad de dar un paseo en lancha por el lago. El lugar es un sitio muy recomendable para aquellas personas que se quieran alejar de las rutas turísticas que ofrecen las agencias de viaje y deseen descubrir la idiosincrasia de la gente llana que dan forma al mundo de verdad.

Aquí podréis ver a padres de familia con su revólver al cinto ya que los duelos todavía existen y muchas veces resuelven sus diferencias a balazos. Es la herencia española. Antes de llegar los invasores gentes pacíficas que no conocían las armas de fuego poblaban éstas latitudes. Hoy todavía podemos disfrutar de la cordialidad del pueblo maya.