Escapada de fin de semana
LA ANTIGUA.- La Antigua fue la capital guatemalteca durante la colonia española, desde 1543 hasta 1776. El terremoto ocurrido el 19 de Julio de 1773 destruyó la ciudad y se fundó la actual capital. En su mayor esplendor llegó a contar con 38 iglesias, numerosos conventos y una catedral. Hoy en día es la ciudad más turística del país. Sus bellos edificios coloniales albergan lujosos hoteles y bares de moda.
El turista que sólo conociera este lugar en su paso por Guatemala volvería a casa como el inglés para el cual Benidorm es España. Sin embargo cuando llevas un tiempo viviendo en la capital, La Antigua resulta una válvula de escape a tan sólo 45 kilómetros. Aquí puedes pasear por la calle al anochecer. Puedes llevar tu cámara de fotos a la vista y pillar un taxi cualquiera sin riesgo a un atraco.
La Antigua es ese lugar de Guatemala donde la Orquesta Sinfónica Nacional ofrece un concierto navideño en el atrio de la catedral.
Pero también se puede llegar a adivinar la verdadera Guatemala. Desde cualquier punto de la ciudad se contemplan los tres imponentes volcanes que la rodean. Con salir un poco del centro más turístico el viajero descubrirá el bullicioso mercado plagado de frutas y verduras. Sin necesidad de alejarte tanto, sólo con abrir los ojos, verás personas tiradas en las aceras, sucias y harapientas, dormidos sobre el duro suelo. Sin ir muy lejos de la puerta del hotel verás mujeres indígenas con multitud de niños que ofrecen al turista un amplio abanico de productos.
En las guías de viaje este lugar se definiría como “cosmopolita” o algo similar por la variedad de “gentes” que pasean por sus calles. En realidad no existe tal variedad, predomina un solo tipo: El turista occidental. Aquí encontrará todo lo que necesita. Una cómoda cama donde descansar, un lujoso restaurante donde saciar su apetito y un animado bar donde tomar una copa.
El turista que sólo conociera este lugar en su paso por Guatemala volvería a casa como el inglés para el cual Benidorm es España. Sin embargo cuando llevas un tiempo viviendo en la capital, La Antigua resulta una válvula de escape a tan sólo 45 kilómetros. Aquí puedes pasear por la calle al anochecer. Puedes llevar tu cámara de fotos a la vista y pillar un taxi cualquiera sin riesgo a un atraco.
La Antigua es ese lugar de Guatemala donde la Orquesta Sinfónica Nacional ofrece un concierto navideño en el atrio de la catedral.
Pero también se puede llegar a adivinar la verdadera Guatemala. Desde cualquier punto de la ciudad se contemplan los tres imponentes volcanes que la rodean. Con salir un poco del centro más turístico el viajero descubrirá el bullicioso mercado plagado de frutas y verduras. Sin necesidad de alejarte tanto, sólo con abrir los ojos, verás personas tiradas en las aceras, sucias y harapientas, dormidos sobre el duro suelo. Sin ir muy lejos de la puerta del hotel verás mujeres indígenas con multitud de niños que ofrecen al turista un amplio abanico de productos.
En las guías de viaje este lugar se definiría como “cosmopolita” o algo similar por la variedad de “gentes” que pasean por sus calles. En realidad no existe tal variedad, predomina un solo tipo: El turista occidental. Aquí encontrará todo lo que necesita. Una cómoda cama donde descansar, un lujoso restaurante donde saciar su apetito y un animado bar donde tomar una copa.
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